BIOGRAFIES DE MANISERS ILUSTRES
BIOGRAFÍA DE MANISEROS ILUSTRES
JOSÉ MARÍA PLÁ VILAR
Capellán del Asilo del Carmen de Manises
Artana (Castellón), 21 de noviembre de 1894
Picadero de Paterna, 26 de octubre de 1936
Biografía de Don Arturo Llin Cháfer.
Nació en Artana, publo de la comarca de la Plana Baixa de Castellón el 21 de noviembre de 1894. Al día siguiente recibió el bautismo en su parroquia natal.
En los último años del siglo XIX Artana experimentó su máximo crecimiento demográfico con cerca de tres mil habitantes. Su economía basada en el campo comenzó a introducir el cultivo de la naranja.
Los padres de don José María eran pobres en bienes materiales, pero ricos en virtudes cristianas, que se las inculcaron a su hijo.
De pequeño pasó a vivir con su familia a Manises, ya aquí, manifestando los deseos de querer ser sacerdote, ingresó en el colegio de Vocaciones Eclesiásticas de San José de Valencia, dirigido por los Operarios Diocesanos, donde cursó los estudios sacerdotales.
En las témporas de Adviento de 1919, con dimisionarias del Vicario Capitular del Arzobispado de Valencia, sede vacante, el hoy venerable padre Luis Amigó y Ferrer, Obispo de Segorbe, le ordenó diácono en esta misma ciudad episcopal. En la quinta semana de Cuaresma de 1920, el mismo obispo, y también de Segorbe, le confirió la ordenación sacerdotal.
Con su sacerdocio recién estrenado se hizo cargo de la capellanía del Asilo de Nuestra Señora del Carmen de Manises.
Desde el primer momento don José María impactó por la santidad que transparentaba en su porte y compostura. Sólo verlo edificaba.
A pesar de su vida humilde y escasos bienes, su semblante era siempre alegre, su casa y persona limpias, y su hogar parecía un sonriente paraíso. Su casa estaba abierta para todos. Los jóvenes acudían para encontrar en don José María al amigo que les orientaba y les permitía un rato de esparcimiento. Dedicaba un especial cuidado y atención a los seminaristas; su casa era para ellos, durante las vacaciones, un verdadero seminario y así fortalecía y alentaba su vocación.
Atendió con esmerado cuidado el servicio a las Hijas de la Caridad que atendían al Asilo y a las niñas que en el mismo se encontraban acogidas. Ayudaba también a los sacerdotes de la parroquia, oyendo confesiones, ayudando en la comunión, y en todo lo que pudiese aliviar en su trabajo al cura párroco.
Azulejos que se encuentran en el Patronato de Acción Social, y en los que se reseñan a las personas que hicieron posible que el Patronato y el teatro, se pudieran llevar a cabo.
Otro de los campos en que particularmente extendió su apostolado fue el colaborar en hacer realidad el Patronato de Acción Social, por el que no ahorró esfuerzos y trabajos. Sólo Dios sabe con cuánto amor trabajó por esta obra poniendo en ella toda su alma.
La salud no le acompañaba, se resentía de fuertes y prolongados resfriados, que le limitaban en su trabajo pastoral.
Gracias a su iniciativa se puso en marcha en noviembre de 1923 la sección eucarística de Tarsicios, que recientemente ha celebrado las bodas de diamante de su fundación. Esta asociación juvenil durante estos quince lustros ha realizado una encomiable labor en la atención y formación católica de la juventud manisera.
Con él vivía una hermana suya, Consuelo, y una hermana de su madre Mariana Vilar Tusón, que estuvo paralítica más de 22 años.
En los último días de septiembre de 1927 participó como enferma en la peregrinación de la Hospitalidad valenciana a Lourdes. Allí experimentó súbitamente la curación de la parálisis de sus piernas, pudiendo caminar, a partir de entonces, con normalidad.
Conocida la curación milagrosa, la expedición, presidida por el el aezobispo de Valencia, don Prudencio Melo y Alcalde, fue recibida por una gran multitud en la estación de ferrocarril, pudiendo todos experimentar como caminaba Mariana Vilar. Ya en la parroquia de Manises se cantó el , en acción de gracias.
La prensa valenciana y el Boletín Oficial del Arzobispado informaron de dicha curación, del mismo modo que de dos casos similares que se habían dado también en Lourdes en esas fechas.
Mariana Vilar después de superar la vicisitudes de la Guerra Civil ingresó como religiosa en el Convento de las Hermanas Dominicas de Nuestra Señora de Belén, en Burjasot, donde falleció santamente el 16 de diciembre de 1962, a los 86 años de edad.
Al producirse la Guerra Civil en julio de 1936 don José María Plá continuó viviendo en su domicilio, en la calle de la Pelota o de Juan Bautista Valldecabres, número 12-1º, hoy calle del Dr. Catalá Díez. Y allí permaneció hasta el día 26 de septiembre fecha en que fue conducido al cuartel de las Milicias, situado en el entonces convento de las carmelitas descalzas, hoy día casa de Cultura. Allí durante un mes sufrió un prolongado martirio, al estar sometido al sufrimiento y a toda clase de vejaciones.
El 26 de octubre inmediato recibió el martirio, fue asesinado junto con don Pascual Sanchis, capellán de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Manises y el hermano franciscano, fray Juan Bautista Mollar Ventura.
Esquela
Sus restos mortales se encuentran inhumados en un sepulcro a los pies del altar del Sagrado Corazón de Jesús. de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista de Manises, junto a los del padre Juan Bautista Botet Esteve, franciscano; don Pascual Sanchis Orts; don Ángel Nadal Monera y don Marcos Vilar Esteve, mártires también, y don José María Sanchis Royo, canónigo penitenciario de la Catedral de Orihuela, que murió a consecuencia de los sufrimientos de la Guerra Civil.
Don José María Plá se distinguió por su humildad, sencillez y disponibilidad de servicio. Alma sacerdotal transparentaba en su trato aquello que vivía. Desprendía alegría. Y con gran espíritu evangélico vivía su precaria situación económica y social.
Arturo Llin Cháfer
Testigos de Jesucristo (Marzo de 1999)
PD: Texto de Don Arturo. Fotos Manises Online.
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