LA TRASLACIO EN SANT JOAN BATISTE.
FA 269 ANYS QUE ES VA TRASLLADAR EL
SANTISSIM DE L’ANTIGA IGLESIA A LA NOVA.
UNA DE LAS TRADICIONES MANISERAS MÁS
ARRAIGADAS EN LA CIUDAD DE MANISES ES
LA FIESTA DE «LA TRASLACIO», QUE DATA DE 1751 Y
QUE VIENE CELEBRÁNDOSE CADA 14 DE AGOSTO.

Este 14 de agosto de 2020 ha sido una celebración atípica y muy diferente de la que estamos acostumbrados a celebrar la festa de la Traslacio. En primer lugar no se ha celebrado en la calle de Mossen Pere Esplugues, delante de la Capelleta (antiguo lugar donde estaba situado el anterior templo parroquial y que por espacio y viejo se tubo que construir el que actualmente tenemos.


La pandemia que surgió en los primeros meses de 2020: el Coronarirus, Covid19, o como se termine llamando, ha causado estragos en la población y sobre todo muertes, muchas muertes, sobre las 45.000 personas -o más- en toda España. En Manises -en la fecha en que está escrito este artículo han sido 21 personas fallecidas.

No obstante la anormalidad, la celebración ha tenido lugar dentro de la Parroquia de San Juan Bautista y, guardando todas las normas que las autoridades sanitarias han ordenado, y a las 20:00 horas ha comenzado la ceremonia.

En el altar Don Wenceslao Gimeno Micó (Párroco de San Juan), Don Fabrice Harerimana y Don Sylvain Bakundukize (Coadjutores en la parroquia, naturales de Burundi), y Don Jorge Miquel Aguilella (hijo de Manises). Como Maestro de ceremonias Paco Borrás Sanchis. 
En la nave de la parte derecha (mirando al Altar Mayor), delante de la Santa Cena, se ha colocado el mural que hizo nuestros insigne ceramista manisero José Gimeno Martínez. En la fotografía el que tantos años ha sido sacristán de la Parroquia Pepe Peiró, como recuerdo del día y en homenaje a su trabajo y dedicación a la labor que desarrolló.

Ha existido gran participación seglar para las lecturas, preces y esta misa, como desde que empezó la pandemia, se estaba retransmitiendo -al mismo tiempo por facebook, en el canal de la parroquia-. Al finalizar se ha leído una moción de cómo se iba a celebrar el traslado (simulado) de la Capelleta al Altar Mayor.
Acompañados toda la misa, al órgano, por Jesús Gimeno Víe.

MONICIÓN A TRASLADO

Vamos
ahora a conmemorar y revivir el histórico traslado realizado hace
269 años
que dio nacimiento a este templo y cuya celebración hoy nos congrega.

Para
ello no nos moveremos físicamente del sitio donde estamos.

Entornaremos suavemente
los ojos e invitaremos a que nuestra mente recorra el itinerario tradicional.
El altar mayor será ahora los solares del viejo templo de la Calle Mossén Pere
Esplugues; el claustro derecho del templo, por donde ira el sacerdote con el
Santísimo, suple a las paralelas y circundantes Plaza del Corazón de Jesús,
Calle de San Juan y Plaza de la Iglesia, para que entrando solemnemente en el
nuevo templo y tras recibir la bendición con Su Divina majestad, sea depositado
el copón en el Sagrario, que curiosamente es el mismo que se utilizó en aquella
memorable fecha.

Acompañemos
con el corazón a Jesús Hostia y recordemos en nuestra plegaria a los párrocos
que han mantenido en el tiempo esta bella tradición: a Mosén Pere Esplugues, ya
citado, alma en la construcción de este templo; al Doctor Silvestre Peyró, que
efectuó el primer traslado; al Doctor José Ortiz; al Doctor Pedro Cabrera; a
Mossén Ángelo Falomir; a D. Luis Torrent; a D. Mariano Fayos; a D.
Vicente y D. José Vilanova; al Cura Catalá, a
Monseñor Aviñó; a D. José Granell; a D. Bernardo Bañuls; a D. Amador Navarrete;
a D. José Bisquert; a D. Arturo Llin; a D. Valentín Peñarrocha, y a D. Pablo
Tos. Unos contemplan este momento desde la eternidad, otros en el lecho del
dolor y otros desempeñando la tarea pastoral que la Iglesia les ha confiado,
pero todos hoy aquí presentes espiritualmente, en virtud de ese misterio
llamado la “Comunión de los Santos” fundidos en la persona y el ministerio de
D. Wenceslao Gimeno y demás sacer-dotes al servicio de la Parroquia.

Y
entonemos cantos jubilosos al que lo dio todo sin pedir nada cambio y,
recluido cual preso de amor en el Sagrario, quiso permanecer a nuestro lado
hasta el fin de los tiempos en el que es sacramento de piedad, signo de unidad
y vínculo de caridad.

Al órgano Jesús Gimeno Víe

Para terminar y dar por finalizado el acto se ha cantado el Himno de la Traslación, letra y música de dos maniseros: José María Catalá y José María Morató respectivamente.

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